Atracones nocturnos de comida
Los atracones nocturnos se asocian a un trastorno alimenticio difícil de controlar y que generalmente está causado por estrés y ansiedad.
Los atracones nocturnos son más comunes de lo que crees. De hecho muchas personas que están intentando seguir un régimen estricto de alimentación, comentan que ser rigurosos con su dieta es más difícil en horas de la noche.
Los atracones nocturnos se pueden asociar a una alteración hormonal
Usualmente, los descontroles nocturnos se han atribuído a la falta de voluntad. Así como a la mayor cantidad de tiempo libre que las personas tiene en la noche.
Sin embargo, un estudio publicado por el New York Times atribuye los banquetes nocturnos a una alteración hormonal. Especialmente presente en personas con obesidad.
El estudio realizado a 32 hombres y mujeres con obesidad, presenta resultados interesantes. Conclusiones sobre segregaciones anormales de las hormonas reguladoras del hambre durante las horas de la noche. Y una reducción significativa durante las horas de la tarde.
Si bien no se conocen exactamente las razones de este descontrol hormonal, el estudio podría ayudar a buscar algún tratamiento químico para el desbalance. Además de reducir el estigma que existe sobre las personas con sobrepeso y el autocontrol.
Los atracones nocturnos no son un hábito exclusivo de personas con obesidad y es un problema que puedes superar. Cuando no existe una condición psicológica detectada, es recomendable optar por alejarse del área de la comida.
También tomar abundante agua para eliminar la sensación de hambre. Y cepillarse los dientes para indicarle al cuerpo que ha llegado la hora de dormir.
Sin embargo, existen condiciones más complejas que puede detonar este tipo de hábitos. El sitio Eating Disorder Hope refiere que, si bien las causas de este tipo de desorden alimenticio son variadas, el tratamiento usualmente llevará a la persona a buscar las situaciones emocionales.
El estrés, ansiedad o depresión, pueden estar detonando este comportamiento destructivo, para luego establecer mecanismos que ayuden al paciente a lidiar con el problema.
Suena trillado, pero el primer paso para poder superar situaciones de este tipo es reconocer que existen. Una vez logres conocer tu problema, la cura suele estar a la vuelta de la esquina.