Fiebre amarilla: un virus mortal pero prevenible
La fiebre amarilla es una enfermedad viral transmitida por mosquitos que puede ser mortal. Conoce sus síntomas, prevención y el estado actual en América Latina.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida por mosquitos infectados.
Afecta principalmente a regiones tropicales de América Latina y África.
Recientemente, se ha observado un aumento de casos en América Latina, lo que subraya la importancia de conocer sus síntomas, métodos de prevención y opciones de tratamiento.
¿Qué es la fiebre Amarilla?
La fiebre amarilla es causada por un virus del género Flavivirus. Se transmite a través de la picadura de mosquitos infectados, especialmente del género Aedes aegypti.
La enfermedad puede variar desde síntomas leves hasta manifestaciones graves y potencialmente mortales.
Síntomas de la Fiebre Amarilla
Los síntomas iniciales suelen aparecer entre 3 y 6 días después de la picadura del mosquito infectado.
Incluyen fiebre alta, escalofríos, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y articulares, náuseas y vómitos.
En casos severos, la enfermedad puede progresar a una fase tóxica, caracterizada por ictericia (coloración amarillenta de la piel y los ojos), hemorragias y fallo orgánico múltiple.
La tasa de letalidad en esta fase puede alcanzar hasta el 50%.
Prevención de la fiebre amarilla
La vacunación es la medida más efectiva para prevenir la fiebre amarilla. Una sola dosis de la vacuna proporciona inmunidad de por vida.
Además, es crucial implementar medidas para reducir la exposición a los mosquitos, como el uso de repelentes, ropa protectora y mosquiteros.
También es fundamental eliminar los criaderos de mosquitos, evitando acumulaciones de agua estancada en recipientes y áreas al aire libre.
¿Quiénes pueden vacunarse?
- Personas de 9 meses a 60 años que vivan o viajen a zonas de riesgo.
- Viajeros internacionales a países donde la fiebre amarilla es endémica.
- Trabajadores de laboratorio que manipulen el virus.
¿Quiénes no deben vacunarse?
- Bebés menores de 6 meses (en algunos casos, tampoco se recomienda hasta los 9 meses).
- Personas con alergia grave al huevo (la vacuna se produce en huevos de gallina).
- Pacientes con inmunodeficiencias (como VIH avanzado, tratamientos con quimioterapia o uso prolongado de corticoides).
- Personas con enfermedades del timo, como miastenia gravis.
- Adultos mayores de 60 años deben consultar con un médico, ya que pueden tener mayor riesgo de efectos adversos.
- Mujeres embarazadas y en lactancia, salvo que haya alto riesgo de exposición.
En caso de dudas, siempre es recomendable consultar con un médico antes de recibir la vacuna.
Tratamiento de la fiebre amarilla
No existe un tratamiento antiviral específico para la fiebre amarilla. El manejo de la enfermedad se centra en aliviar los síntomas y proporcionar cuidados de apoyo, como hidratación adecuada y tratamiento de infecciones secundarias.
En casos graves, puede ser necesario el ingreso en una unidad de cuidados intensivos para monitoreo y tratamiento especializado.
Situación actual en América Latina
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), durante los últimos meses de 2024 y las primeras semanas de 2025, se ha observado un incremento en los casos de fiebre amarilla en varios países de América Latina.
En 2024, se confirmaron 61 casos, de los cuales 30 fueron fatales. En enero de 2025, se reportaron 17 casos adicionales, con siete muertes.
Este aumento resalta la necesidad de intensificar los esfuerzos de prevención, vigilancia epidemiológica y manejo clínico de la enfermedad en la región.
La fiebre amarilla es una enfermedad prevenible mediante la vacunación y medidas de control de mosquitos.
La reciente alza de casos en América Latina destaca la importancia de la prevención y el tratamiento oportuno para reducir su impacto en la salud pública.